Skip to content

La réplica infiel

Comisarios: Nuria Enguita y Nacho Paris

Centro 2 de Mayo. C2M. Móstoles. (Madrid)

18/III/2016 a 25/IX/2016

La historia de la producción de imágenes en occidente está indisolublemente ligada a su función como medio o instrumento al servicio de un fin exterior, mágico, religioso, político. Sin embargo, las obras de arte, las prácticas artísticas y el hecho expositivo, parecían, desde la modernidad, haber conquistado esforzadamente su plena autonomía. El problema es que esta conquista pudiera ser solo aparente, ya que no parece haberle otorgado al arte tanto su propia voz para interrogar el sentido de lo existente como simplemente haberle relegado a un lugar social institucionalizado y separado de las creencias colectivas, como una actividad que habita fuera de la experiencia de vivir y solo cobra sentido remitiéndose a sí misma. Una estetización difusa, sostenida por una recepción contemplativa que finalmente habría devuelto la producción artística a su origen teológico, a un dominio de la teoría como exterioridad a la obra en la que encontramos una huella del idealismo dominante en la sociedad contemporánea.

Este proyecto se interroga acerca de la condición de la obra de arte y sus posibilidades. Sobre aquello que la obra hubiera podido ser o decir y lo que finalmente dijo o fue. Proponemos una reflexión, que es inevitablemente ético-política, sobre representación y realidad, sobre las posibilidades y responsabilidades del acto artístico como conocimiento. Sobre el poder de las representaciones, no para reflejar la realidad sino para buscar su sentido. O dicho de otra manera, sobre la relación del arte con lo existente y su capacidad como lenguaje para generar significado.